domingo, 17 de abril de 2011

La crisis de Fukushima se eterniza.

La nuclear de Fukushima se ha convertido para Japón en un cáncer difícil de extirpar. La central ha dañado el turismo, las exportaciones, el sistema eléctrico japonés, la imagen del país y sus relaciones internacionales. Y un mes después del accidente la solución no está cerca. La eléctrica propietaria de la central, Tokyo Electric Power (Tepco), hizo por fin ayer público el calendario que maneja sobre la crisis: entre seis y nueve meses más para llevar los reactores a "parada fría". La secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, de visita en Tokio, certificó que Fukushima es "una crisis multidimensional con un alcance sin precedentes".

El problema de los evacuados

A corto plazo, lo principal es evitar nuevas explosiones de hidrógeno, para lo que Tepco seguirá introduciendo nitrógeno en los reactores 1 y 3. En el 2 tratará de limitar el vertido de agua radiactiva. "Buena parte de la contención está dañada y cuanta más agua inyectemos para refrigerar, más saldrá (ya radiactiva) al medio ambiente. Así que hay buscar un equilibrio", explicaron sus responsables en rueda de prensa.

La eléctrica quiere instalar un sistema de intercambio de calor que permita reutilizar como refrigerante el agua radiactiva que actualmente se escapa del núcleo de los reactores. Y hasta entonces quiere almacenar de forma segura decenas de miles de toneladas de agua radiactiva. Tratar esa cantidad como residuo será otra dificultad, pues los residuos radiactivos hasta ahora eran sólidos.

La tarea es ingente pues el plan incluye también reforzar la estructura que soporta la piscina de combustible del reactor 4 e instalar un sistema de circulación de agua en las piscinas. Y todo, en unas condiciones de alta radiactividad que dificultan enormemente los trabajos y entre réplicas del terremoto y amenazas de tsunamis que preocupan a los técnicos.

Después de conseguido eso, Tepco aspira a llevar los reactores a parada fría en el plazo máximo de seis meses. La empresa anunció que proyecta cubrir los que tienen la estructura exterior más dañada (1, 3 y 4) aunque de forma temporal, no con un sarcófago como el de Chernóbil. El desmantelamiento de cuatro reactores dañados es un reto sin precedentes para la industria nuclear y llevará décadas.

Lo que no aclaró Tepco es cuándo volverán los evacuados a sus casas. Hay pueblos hasta a 40 kilómetros que serán desalojados porque los vientos dominantes han llevado allí altas dosis de radiación. "Sentimos mucho su situación pero esa decisión depende del Gobierno", contestó Katsumata a los periodistas. El ministro de Economía, Banri Kaieda, sí confió en que algunos comiencen a volver a sus casas después de esos nueve meses.

Fuente: elpais.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario